domingo, 19 de octubre de 2014

ATAQUINES

UNOS RÓTULOS CURIOSOS EN SU FRONTÓN

Como llevamos unos días en que no aparecen noticias que podamos incluir en esta sección, vamos a tratar de unos rótulos curiosos que hemos visto hoy escritos en la pared de la iglesia de Ataquines, una villa que históricamente perteneció a la Tierra de Olmedo. 


En tiempos antiguos las gentes de los pueblos de Castilla se divertían los domingos y días de fiesta jugando a la pelota, a lanzar la barra y a tirar a los bolos, la calva y la tanga, eso sí, siempre después de oír misa entera.

En todos los lugares había mucha afición a jugar a la pelota, habitualmente en las paredes de la iglesia, que solían ser altas y fuertes. El juego solía causar daños en las paredes y tejados de los templos, que los señores curas, casi siempre sin lograrlo, intentaban evitar, solicitando de las autoridades municipales su prohibición o, al menos, el acatamiento de ciertas  normas.

Nos ha sorprendido, visitando esta mañana Ataquines, que aún se conservara el antiguo frontón en la fachada de su iglesia, un edificio de estilo barroco, del siglo XVII, construido enteramente en ladrillo, como es habitual en esa zona. Para que sirviera de frontón se revocó con cemento la parte baja de la pared que mira al sur, coincidiendo con el lateral del crucero. Dos pequeños contrafuertes delimitan el terreno de juego a ambos lados y sirven, aunque mínimamente, de muros laterales.

En el centro de la pared principal, a mediana altura, unos rótulos escritos en letras mayúsculas, de color negro, recordaban a los jugadores ciertas conductas severamente prohibidas:

“ADVERTENCIAS IMPORTANTISIMAS

POR MANDATO DE LA AUTORIDAD COMPETENTE
QUEDA RIGUROSAMENTE PROHIBIDO JUGAR A LA 
PELOTA DURANTE CUALQUIER ACTO DEL CULTO
BAJO LA PENA DE CINCUENTA PESETAS A
CADA UNO DE LOS JUGADORES.

CON IGUAL CANTIDAD SERAN CASTIGADOS
LOS QUE SUBAN AL TEJADO A RECOJER PELOTAS.
AL BLASFEMO NO SE LE PERMITIRÁ JUGAR
EN ESTE LUGAR.”




De regreso a Pedrajas, atravesando Olmedo, junto a la carretera de Medina, nos hemos fijado en antiguo frontón de esa villa, construido aprovechando la pared de su muralla medieval. En letras rojas, de buen tamaño, casi borradas por la acción del tiempo, pueden aún leerse un par de palabras: “PROHIBIDO BLASFEMAR”. En los viejos frontones de otros pueblos predominan otros escritos, casi siempre de los quintos, pero de eso trataremos otro día.

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