domingo, 15 de septiembre de 2013

MANIFESTACIÓN CICLOTURISTA

EL MUNDO DE LA BICICLETA  RINDE HOMENAJE A SERGIO Y DIEGO

A medida que las agujas del reloj del Ayuntamiento se preparaban para anunciar las diez de la mañana, cientos de ciclistas aficionados, procedentes sobre todo de las provincias de Valladolid y Segovia, se iban concentrando en la Plaza Mayor de Pedrajas, con un doble objetivo: en primer lugar, manifestarse en protesta por los continuos atropellos de ciclistas, solicitando reformas en el código de circulación para incrementar la seguridad; en segundo lugar, rendir un homenaje a Diego y Sergio García, fallecidos, como todos recordaréis el día 28 de julio pasado, atropellados por un vehículo.

Los ciclistas en la Plaza Mayor de Pedrajas 

Gran parte de los ciclistas pertenecían a clubes de corredores aficionados, según podía leerse en los coloristas maillots que lucían: Club Deportivo Triatlón Bomberos Valladolid, Club Ciclista Juan Carlos Domínguez, Grupo Amistad Valladolid… y Club Ciclista Pedrajas, de reciente creación, organizador de la manifestación, con la colaboración de las fuerzas de orden público, autoridades y personal de los ayuntamientos por donde transcurriría la marcha. También estaban presentes numerosas personas a título individual, como quien escribe estas líneas, algunos, muy veteranos, con sus viejas bicis de carrera, de las de antes. Entre ellos, familiares muy cercanos de Sergio y Diego, que han querido participar en el acto montados en la bici, la mejor manera de honrar hoy su memoria. Hemos visto igualmente a algunos niños, pedaleando al lado de sus padres, como Elías y su primo Marco, unos valientes.


Miembros del Club Ciclista Pedrajas


Antes de emprender la salida, el presidente del Club Ciclista Pedrajas ha recordado las normas que deberían tenerse en cuenta durante el recorrido y ha agradecido la asistencia de todos los corredores. Camino de Íscar, por la variante, el sol y el viento de cara, la marcha no iba a ser un paseo para los corredores modestos, de bicicletas sencillas, casi de andar por el pueblo. Ya en el casco urbano iscariense, a la altura de las piscinas, tomamos la travesía de la antigua C-112, en su mayor parte cuesta arriba, y regresamos a Pedrajas.

En la rotonda de la variante de Íscar

Subiendo por la Avenida de Puente Blanca, antigua C-112

En nuestro pueblo, numerosas personas presencian el paso de tan larga serpiente ciclista, nunca antes vista en estas tierras, entre ellos, familiares de los homenajeados. Todos aplauden al paso de las bicis. A la salida de Pedrajas, nuevo reagrupamiento, esta vez total, para salir todos juntos en dirección a Alcazarén. Creíamos que ahora el viento nos sería favorable, pero no es así. Hay que dosificar las fuerzas, así que empezamos a chupar rueda, a la espalda de fornidos corredores.

Reagrupamiento en la  Carretera de Alcazarén

En Alcazarén están de fiesta hoy, celebran la Cruz de Septiembre en el Cristo del Humilladero. Camino de la ermita, la gente se asombra al ver tantos ciclistas, no se lo esperaban. En la Plaza de los Pinos, al lado mismo de la carretera, paramos de nuevo, reponemos fuerzas y volvemos a agruparnos para acceder juntos a la N-601, en dirección a Olmedo. Al principio, cuesta abajo, da gusto, qué velocidad, sin ningún esfuerzo. Cruzamos el valle del río Eresma por la puente Mediana nueva y desfilamos ante los residentes de la Urbanización La Luz, que aplauden y sacan algunas fotos. En la azucarera de ACOR se preparan para la próxima campaña, ahora todo es tranquilidad y quietud. Ya estamos casi en Olmedo. Hay que redoblar esfuerzos para subir la cuesta de la Castellana, de un lado el Parque Temático del Mudéjar, del otro el Balneario Villa de Olmedo. Desde la pasarela que cruza la carretera, uniendo ambos edificios, siguen la marcha muchas personas, que toman imágenes.

Alcazarén a la vista

Alcazarén: descanso en la Plaza de los Pinos

No nos detenemos en la Ciudad del Caballero, supongo que por no dificultar durante más tiempo la circulación de los vehículos. Apretando el paso, aún cuesta arriba, enfilamos la CL-602, en dirección a Pedrajas. A principio, una bajada, pero luego siempre cuesta arriba y con el viento claramente en contra. A sufrir, ahora no podemos rajarnos.

Olmedo: accediendo a la CL-602, camino de Pedrajas

Y así, sufriendo, a nuestro paso, nos acercamos al panel que señala el kilómetro 83, fatídico lugar en que perdieron la vida Diego y Sergio. Todo el mundo desciende de la bici, se coloca a lo largo de la carretera y guarda silencio, un silencio que impresiona. El Presidente del Club Ciclista Pedrajas entrega sendos ramos de flores a los familiares, que los unen con cinta adhesiva al pie del poste del kilómetro 83. Es imposible contener la emoción y el llanto. Muchos de los ciclistas, compañeros, amigos, vecinos… depositan claveles naranjas que se suman a las flores de los ramos. Queda un último trecho para estar de nuevo en Pedrajas, descender hasta el puente de Vadalba, cruzar otra vez nuestro Eresma, subir la cuesta y llegar tranquilos al pueblo.




Sobran las palabras

Nosotros, sin embargo, preferimos permanecer un rato en el lugar para fotografiar algunos detalles del lugar, ya casi solitario, un amarillento rastrojo al pie de la cuesta de Táñago. Un niño, que espera con su madre, que vengan a recogerlo, se acerca silencioso hasta los ramos de flores y permanece un rato pensativo. Ha realizado la marcha desde Olmedo.

Un niño contempla las flores colocadas en el lugar del homenaje

El lugar, ya solitario


Unos versos dedicados a Sergio y Diego, 
con una pegatina de la peña La Tropa, San Agustín 1996

Cerca del lugar del accidente pueden leerse estos carteles

Cuando finalmente llegamos a la Plaza Mayor de Pedrajas, con considerable retraso sobre el pelotón, los actos han concluido. Nos cuentan que una hermana de Sergio ha leído un manifiesto y el Club Ciclista Pedrajas ha entregado un recuerdo a los familiares de los ciclistas hoy homenajeados. Satisfechos por haber contribuido con su granito de arena a una buena causa y haber rendido homenaje a dos compañeros, los ciclistas regresan a sus lugares de origen. Y es que, según podía leerse en la pancarta que anunciaba la marcha en el balcón del Ayuntamiento de Pedrajas, ciclistas somos todos.


Familiares de Diego, al concluir el acto

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