viernes, 26 de agosto de 2011

PRIMER DÍA, VIERNES 26


Diez de la mañana, segundo encierro de las fiestas. Con mucho sueño, hemos madrugado para coger sitio en lo alto de las tapias del solar situado estratégicamente entre las calles Río Duero y Ronda de Santa Ana, cámara en mano. Hemos acertado, porque la mayor parte del tiempo los novillos han permanecido en este tramo del recorrido de los encierros.

Hoy se soltaban las reses desde un camión situado en la Ronda de Santa Ana, al lado de los toriles. Desde un cajón de tres compartimentos han ido desencajonándose los novillos, de uno en uno. Tres novillos bravos, bien presentados, con mucha fuerza, pero que han sido dominados por completo por tres o cuatro cortadores experimentados situados en el inicio del recorrido. Con temple y sangre fría han ido burlando una y otra vez a los toros, aprovechándose de que éstos, en el cemento, apenas pueden agarrarse al suelo, pues se deslizan con suma facilidad. Si a este hecho añadimos que desde los burladeros se atrae al ganado con trapos unidos a un palo, provocando múltiples e inútiles embestidas, se explica que los novillos se hayan quedado en ese primer tramo del recorrido. Después esos mismos cortadores y otros corredores han intentado que las reses avanzaran hacia la Plaza de Toros, pero ha costado mucho. De hecho, no de los novillos no se ha movido de la zona y ha debido ser encerrado en los toriles, igual que sucedió ayer por la tarde con otra de las reses, que han vuelto a soltar hoy y sí que ha llegado a la Plaza. Por segundo día consecutivo, apenas han visto encierro los espectadores de la Plaza de Toros y de las calles Alamar y Pozo Bueno.













En el pavimento de la calle han quedado numerosas huellas, rojas de la sangre, de las pezuñas de los pobres animales, destrozadas al desarrollar toda su fuerza sobre un terreno hostil. Urge, de cara a las fiestas venideras, sentarse a reflexionar (Ayuntamiento, aficionados y vecinos en general) sobre el modo de organizar nuestros encierros, porque ha quedado demostrado que así no se debe seguir, por diversos motivos. Acabado el encierro, en la Plaza se ha soltado un toro, rojo, que ha dado buen juego, aunque no eran muchos los cortadores. Poco después, a las doce de la mañana, se ha celebrado un encierro ecológico infantil, en la Plaza de Toros y calle del Alamar, con toros y cabestros de cartón sobre ruedas de goma, que han hecho las delicias de los niños… y de sus padres. Dos mascotas –una ardilla y un conejo- han repartido caramelos por doquier.


 
Sobre la cogida de nuestro paisano José Morales Escarda, ingresado en el Hospital Clínico de Valladolid, cada uno dice una cosa. Esta misma mañana, acabado el encierro, hemos hablado con un familiar directo y nos ha indicado que las cornadas, una en la parte posterior del muslo y otra bajo una de las axilas, no revisten gravedad, aunque siempre cabe la posibilidad de una infección, como en todas las cogidas por asta de toro. En el momento de las cornadas, Pepe se encontraba entre los hierros de las talanqueras del burladero de una peña situada en la calle Río Duero, justo al lado de donde comienzan las instalaciones del Restaurante Pic-Nic. Le deseamos un rápido y completo restablecimiento.

En el momento de acabar de redactar esta crónica (18:50 horas) se está celebrando la primera corrida de la feria. Ya desde esta mañana el tiempo está fresco, sopla un vientecillo que hará que la noche sea bastante fría. ¡Ojalá  nos equivoquemos!

ENLACES

Adjuntamos enlaces para acceder a las galerías de imágenes publicadas por Cruz Catalina en El Norte de Castilla:

IMPOSICIÓN DEL PAÑUELO DE LAS FIESTAS A LOS NIÑOS


DESFILE DE PEÑAS Y “AGUAVÁ”


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