jueves, 4 de agosto de 2011

PREGÓN DE FIESTAS 2011


PREGÓN DE LAS FIESTAS

DE

SAN ESTEBAN Y SAN AGUSTÍN

2011

pronunciado por


DON CECILIO VADILLO ARROYO


vecino de esta villa

**

Pedrajas de San Esteban

2 de agosto de 2011


        

             Alcalde, corporación, autoridades, reinas salientes: María, Beatriz, Natalia; reinas entrantes: Daniela, María, Miriam, amigos y amigas de Pedrajas.

            En primer lugar quiero agradecer al Alcalde y a toda la corporación, como representantes de todos los pedrajeros, que me hayan elegido para ser el pregonero de las fiestas y poder compartir este magnífico momento con todos vosotros.

            Cuando me propusieron dar el pregón, además de hacerme mucha ilusión, hacerlo en Pedrajas me pareció un ejercicio de gran responsabilidad, porque, a pesar de que ya he sido pregonero en diferentes municipios, aquí sólo puedo hacerlo desde los recuerdos y desde el corazón; y no siempre es fácil expresar con la palabra los sentimientos.

            Mi relación con Pedrajas empezó hace ya 27 años, cuando me vine con mi familia a vivir aquí. Esto fue en el año 84, año en el que nació mi hija Sara y un número de lotería, el 50.076, llenó de alegría el pueblo. Era el gordo de la navidad, un premio que contribuyó a mejorar la economía de nuestro pueblo y la de muchas familias que gracias a la diosa fortuna pudieron, como mínimo, tapar algunos agujeros.

            A mi familia no nos tocó ni un duro y eso que uno de los locales donde tocó el premio se encontraba justo debajo de nuestra casa, "La Caja Rural" que ya no existe, lo que hizo que justo debajo de nuestra ventana se acumularan muchísimas personas cantando la cantidad que les había tocado y celebrándolo con gran alborozo y alegría.

            Nosotros estábamos contentos por ver los rostros felices de los pedrajeros y porque la niña, que había nacido 3 días antes, se encontraba muy bien. Nosotros en aquel momento, haciendo honor al día de la salud, teníamos buena salud.

            Venir a vivir a Pedrajas fue cambiar mi relación y mis sensaciones con el entorno, con el espacio y con el paisaje. Yo había vivido junto al agresivo océano Atlántico, en la tranquila y sosegada ladera sur de la Sierra de Gredos, y también en la cosmopolita y trepidante ciudad de Madrid, para llegar a esta Villa de Castilla, del extremo sureste de la provincia de Valladolid, enclavada entre la amplia llanura pinariega y los campos de cultivo que se extienden a los pies de los páramos calizos.

            Empecé a conocer estos abundantes pinares asentados sobre bancos de arena que han hecho que los pedrajeros se dedicaran a trabajos relacionados con la madera y con la tradición de bajar las piñas y elaborar el piñón, que han convertido a Pedrajas en el pueblo piñonero por excelencia, no sólo en Castilla y León, sino también en España.

            Especialmente me gusta la terminología y el lenguaje en torno al piñón con expresiones y palabras muy curiosas como: tender la parva, cogollos, cribones, etc.; aunque tengo que decir que lo que más me gusta son los dulces como los empiñonados cuya elaboración es conocida desde el siglo XIII, y que en la actualidad son elaborados con gran destreza y buen gusto por los maestros pasteleros de la villa, que han transcendido nuestro pueblo y nuestra comarca, y que han contribuido a que el piñón se convierta en un elemento esencial de la gastronomía vallisoletana con una destacada presencia en los mejores restaurantes de nuestra capital y de nuestra provincia. Con una especial referencia al restaurante de La Botica de Matapozuelos que en su afán investigador ha descubierto esencias del piñón y de la piña, antes desconocidas y que, seguro, va a contribuir a difundir todavía más su reconocimiento como producto de primera calidad. No podemos olvidar que sus propiedades nutritivas y medicinales ya eran conocidas hace 6000 años por los indígenas asentados en Sierra Nevada, allá en California; y muchos son los restos encontrados en excavaciones romanas, como los hallados en la ciudad de Pompeya, que acreditan que hace 2000 años los romanos los utilizaban en su gastronomía y también para elaborar un vino especial que utilizaban para la fiesta de los ritos de la diosa Cibeles, diosa de la madre tierra y de la fertilidad.

            Igual que las chotas o las perindolas nos permiten ver cómo serán las siguientes cosechas, creo que tenemos que anticiparnos al futuro y no desaprovechar la oportunidad que supone para el sector la prevista instalación del Centro de Investigación del Piñón apoyado y financiado por el Gobierno de España y la Junta de Castilla y León. Este proyecto nos puede permitir seguir avanzando en el desarrollo de nuestro pueblo manteniendo una de nuestras más antiguas tradiciones y, por lo tanto, nuestra esencia y nuestra identidad que ha caracterizado a los Pedrajeros a lo largo de nuestra historia.

            También me encontré en Pedrajas, sobre todo en mis carreras de footing por el campo hasta los almendros del Cotarrón, con la llanura cubierta de campos de regadío y extensas superficies de cereales que me ha enseñado a valorar y a disfrutar de los cambios de la fotografía del paisaje. Junto al sonido del viento acariciando las espigas, las estaciones con sus cambios de colores: el color de la tierra, el blanco de la nieve o el hielo, el verde de la primavera y el oro de nuestras cebadas y nuestros trigos, van rompiendo la monotonía de los ciclos de la naturaleza acompañados de ese cielo azul intenso propio de la meseta castellana y complementados por las maravillosas puestas de sol frente a estos océanos de cereales, irrepetibles en otros lugares del planeta, que hacen que me sienta unido y enraizado en esta tierra.

            Mi preocupación por los problemas sociales, y mi inquietud por mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos, me llevó a comprometerme como concejal en el 91 y, posteriormente, como candidato a la alcaldía en el 95. Fueron 13 años en los que fui concejal y portavoz del Partido Socialista en Pedrajas. Años en los que compartí mi actividad con diferentes alcaldes: Dionisio, Antonio, Ángel y José Luis, y de los que guardo un grato recuerdo y con los que siempre he intentado trabajar desde el espíritu de colaboración, cooperación y lealtad; sabiendo que era nuestra obligación mantener una actitud respetuosa con los concejales y alcaldes de diferente signo político, porque eso, seguro, fomentaba también el respeto entre los vecinos.

            En cualquier caso, quiero pedir disculpas si en algún momento me excedí en la crítica o esta pudiera ser equivocada o injusta, y que se me aplique lo que les dijo San Esteban a los que le apedreaban y lapidaban a las afueras de Jerusalén: "Señor, no les tengas en cuenta ese pecado". Pues eso, que no me tengan en cuenta ese pecado porque mi objetivo fue siempre servir a Pedrajas y a todos los Pedrajeros.

            Me gustaría recordar que San Esteban fue uno de los siete ministros de la caridad elegidos por voto popular para ayudar y servir a los pobres por ser hombre de buena conducta. Normalmente su fiesta se celebra el 26 de diciembre y es curioso que en Pedrajas la mantengamos el 3 de agosto, fecha en la que se conmemoraba el descubrimiento de sus reliquias, cuando fue suprimida del calendario Romano, el 25 de julio de 1960, por el papa Juan XXIII. A nosotros no nos cambia las fiestas ni Juan XXIII.

            Ya que hablamos de Santos quiero hablar también de San Agustín, festividad que celebramos a finales de agosto y que pregonamos hoy. San Agustín que falleció el 28 de agosto de 430 a los 72 años de edad, era un hombre afectuoso y fraternal que se mostraba amable con los infieles que frecuentemente invitaba a comer con él, al mismo tiempo que rehusaba hacerla con cristianos de conducta públicamente escandalosa a los que imponía severas penitencias y censuras eclesiásticas. No me resisto a recordar algunas de sus citas más célebres que subrayan su gran perfil humano. Dijo San Agustin: "Si quieres conocer a un persona no le preguntes lo que piensa, sino lo que ama", "donde no hay caridad no hay justicia" y por último "la medida del amor es amar sin medida".

            Pedrajas y sus gentes se asientan sobre unas raíces profundas, ancladas en un pasado duro y difícil, que nos han dado el tesón, la fuerza y la constancia para trabajar y poder construir un presente que nos convierte en uno de los referentes sociales, culturales y empresariales más prósperos de nuestra provincia y nuestra región. Creo que tenemos un gran futuro, futuro que tenemos que construir entre todos, con la ilusión y el empuje de los jóvenes y con la experiencia de los mayores, para seguir progresando, manteniendo nuestras virtudes, nuestro entorno y nuestra identidad adaptándonos a los nuevos tiempos, compatibilizando el desarrollo económico y urbanístico con una gran sensibilidad por el medio ambiente. La corporación con el Alcalde a la cabeza tienen que ser el referente para todos los ciudadanos en lo social en lo cultural y en esa sensibilidad por su pueblo y por las generaciones futuras, lo que facilitará nuestra proyección en este siglo XXI.

            Quiero destacar ese creciente interés por la cultura que nos va enriqueciendo, y que se ha convertido en una de nuestras señas de identidad; destacando como centro de reunión y de participación, la Casa de Cultura Eloy Arribas, y la recientemente construida nueva sala de exposiciones que en su corta vida ha reunido ya a un gran elenco de artistas, pintores, fotógrafos y escultores que, en un corto espacio de tiempo la han convertido en una de las salas más importantes de la provincia.

            La cultura es uno de los pilares fundamentales sobre los que se asientan valores esenciales como la participación, la democracia, la tolerancia, y la solidaridad que tienen que ser los principios que dirijan nuestros actos y nuestras relaciones en un espacio de libertad, justicia e igualdad, lo que repercutirá en beneficio de la convivencia y del bienestar de todos.

            En este sentido quiero felicitar a todas las asociaciones culturales y deportivas por su trabajo que redunda en beneficio de todos los vecinos. Quiero hacer una mención especial a la asociación de madres y padres de alumnos por haber cumplido, junto al colegio, 25 años de compromiso con la formación y la educación de todos los niños de nuestro pueblo en colaboración con las autoridades educativas y con la dirección del Colegio.

            No debemos relajarnos, ni dejarnos envolver por el hábito y la costumbre ni quedarnos en la contemplación nostálgica y autocomplaciente. Tenemos que ser críticos para seguir progresando y seguir siendo un pueblo emprendedor, amable, cordial y acogedor en el que todos podamos compartir un mismo proyecto colectivo.

            Pero yo he sido invitado para pregonar las fiestas, y Pedrajas es un pueblo al que le gustan las fiestas; fiestas que son necesarias para interrumpir la cotidianidad de las obligaciones diarias que nos darán la fuerza y el aliento para seguir trabajando y contribuyendo a mejorar la convivencia entre nosotros. Un pueblo alegre, un pueblo que no se encierra en sí mismo, que tiene ganas de disfrutar de la vida y que tiene ilusión, se convierte en un pueblo creativo, con ideas y con proyectos que seguro nos darán impulso para afrontar con garantía, con firmeza y con seguridad el futuro.

            Estas fiestas que vamos a celebrar tienen un denso programa que os va a permitir desarrollar todo lo que significa la fiesta. La fiesta es diversión, y no se puede desaprovechar la ocasión de disfrutar, de reír y de compartir con los demás estos días de vida intensa. La fiesta es participación, sin la implicación de todos no tendría razón de ser porque todos somos imprescindibles para que exista la fiesta en todas sus dimensiones. Tenéis que estar en las verbenas, en las actividades culturales, en los encierros, en las novilladas, porque vosotros sois los que le dais sentido a la fiesta. La fiesta sois vosotros.

            Quiero tener un recuerdo para todas las personas que tuvieron que abandonar Pedrajas y emigrar a otras regiones de España, incluso a otros países de Europa y del mundo. Deseo que todas estas personas que llevan a Pedrajas en el corazón se sientan como una verdadera "aldea global" unidos y siempre presentes en nuestras actividades y sobre todo en nuestros corazones.

            Ya voy acabando y quiero agradecer de nuevo el honor y el privilegio de haber dado este pregón, de haber podido dirigirme a todos mis vecinos y todos mis amigos; recordando a las Reinas que durante las fiestas y a lo largo de todo el año que viene van a representar a todos los jóvenes; y estoy seguro que lo van hacer con la ilusión y con esa esperanza de un futuro mejor que representan para todos nosotros.



            Estoy seguro de que van a ser el impulso para que sigamos buscando la utopía tal y como decía el antiguo obispo de Palencia, Nicolás Castellanos, que se fue a Sudamérica a ayudar a los pobres: "La utopía es como el horizonte que por mucho que andes para intentar alcanzarlo nunca lo alcanzas, pero nos sirve para caminar".

            Caminemos juntos hacia la utopía para conseguir lo imposible. Para ese caminar que se hace al andar, como decía Machado, sabéis que podéis contar conmigo no sólo como Subdelegado del Gobierno sino como pedrajero.

Gracias.

¡VIVA SAN ESTEBAN!
¡VIVA SAN AGUSTÍN!
¡VIVA PEDRAJAS!



S E M B L A N Z A


CECILlO VADILLO ARROYO, nace en la ciudad gala de Burdeos, el 30 de junio de 1958. Con doce años regresa a España, a El Arenal, provincia de Ávila.

Durante su adolescencia se traslada a Madrid, donde estudia COU y Filología Francesa. Tras dejar la Universidad Complutense, regresa al país galo para trabajar como lector de español en Clermont-Ferrand y Carmaux.

En 1984, con el traslado de su mujer al Instituto de la vecina localidad de Íscar, como profesora de francés, comienza su vinculación con el pueblo de Pedrajas.

Cecilio Vadillo Arroyo ejerce su labor docente, como profesor de Lengua francesa, en Madrid, Íscar, Medina del Campo y, más recientemente, en Portillo.

En 1995 inicia su incursión en la política, encabezando la lista socialista al Ayuntamiento de Pedrajas de San Esteban, siendo más tarde designado como diputado provincial. En el año 2004, es nombrado Subdelegado del Gobierno en Valladolid, cargo que ostenta en la actualidad.


PALABRAS DE PRESENTACIÓN DEL PREGÓN DE CECILIO A CARGO DE JUAN MARTÍN SALAMANCA, MANTENEDOR DEL ACTO.



Tras estas emotivas palabras, ha llegado el momento de escuchar el pregón en este remodelado parque Jardines de Castilla.


El pregonero de esta ocasión es bien conocido y apreciado por colectivos y personalidades de la provincia.
 No es extraño, por tanto, que antes que aquí haya sido pregonero en otros municipios, si bien hoy es distinto. Con nosotros no está el subdelegado de Gobierno, sino Cecilio Vadillo, un vecino del pueblo. Este honor era, por tanto, una deuda que tenía Pedrajas con él, o que él tenía con Pedrajas.


Puede que haya quien piense que Cecilio no es del pueblo, y razones no le faltan. En realidad es de El Arenal, en la provincia de Ávila. Pero a lo mejor alguien de allí también dice que es de fuera, y con razón, a fin de cuentas nació en Francia.


Sus padres, abulenses, marcharon a Burdeos a ganarse la vida y allí vino al mundo, un 30 de junio de 1958. Con doce años regresó a España, a El Arenal, y algo más mayor se fue a estudiar a Madrid, primero el COU y luego Filología Francesa, supongo que le resultaría muy difícil. Tras dejar la Universidad Complutense, regresó al país galo para trabajar como lector de español en Clermont-Ferrand y Carmaux.


Su relación con Pedrajas se inicia en 1984, fíjense si ha llovido. Como no podía ser de otra manera, el traslado estuvo relacionado con una mujer, con su mujer, quien, casualidades de la vida, es profesora de francés, y que había sido destinada al instituto de Íscar. Desde entonces Pedrajas se ha convertido en su lugar de residencia y en su hogar.


Al igual que su esposa, ha sido profesor de francés, labor que ha desempeñado en Madrid, Íscar, Medina del Campo y, más recientemente, Portillo. Posteriormente, su vocación de trabajar por los demás lo ha llevado a la política. Pedrajas no le vio nacer, pero le vio nacer como político. En su antiguo Ayuntamiento desempeñó la tarea de concejal y portavoz de la oposición, fue también diputado provincial y lleva casi ocho años como subdelegado de Gobierno en Valladolid.


Persona sencilla, asequible, preocupada por los problemas de las personas y hombre de acción que, no obstante, cree en el diálogo, la solidaridad y el entusiasmo en el trabajo. Le gusta correr, leer, es un gran apasionado del cine y la fotografía, toca el saxofón, disfruta conversando con sus amigos, con el baile y, muy especialmente, con las motos. En su otro pueblo, El Arenal, tiene un club de amigos llamado Los Motocabras.


Ante esto, no es extraño que, más que considerarle un ciudadano de Pedrajas, se le considere un ciudadano del Mundo, pero no todas las partes del mundo son iguales, y Pedrajas tiene un hueco muy especial en su corazón, a fin de cuentas aquí nacieron sus dos hijas. No es necesario, por tanto, extenderse más en presentaciones. Con todos nosotros, don Cecilio Vadillo Arroyo.

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