MARCHA A PIE

El próximo sábado, 13 de agosto, realizaremos la marcha a pie que figura en la “AGENDA DE VERANO 2011” con el título de “Naturaleza e historia. Marcha a pie por la ribera del Eresma”. Saldremos de la ermita de Sacedón, a las 5 de la tarde.

Bajaremos hasta la ribera del río Eresma, nos descalzaremos y caminaremos por el cauce del río. Conviene, para este primer tramo, calzado apropiado para el agua (sandalias de goma, playeros viejos…) y pantalón corto. El río trae poca agua, pero en algunas zonas puede llegar casi a la cintura, depende de la altura de cada uno. Después de ver los dos chorros que forman las fuentes de Sacedón, nos dirigiremos, aguas abajo, hasta la desembocadura del arroyo del Chorlito, unos 500 metros. [Habrá que salvar una zona en la que se acumulan muchos troncos de árboles secos, de cierta dificultad]. Allí saldremos del agua, volveremos a ponernos el calzado de tierra y nos llegaremos hasta las ruinas del antiguo batán y molino del Chorlito. Este paraje parece una pequeña selva, con una vegetación bastante espesa formada por olmos, álamos y chopos, avellanos, zarzas, etc., a orillas de un arroyo de aguas cristalinas, famoso por los berros que cría.

Chorro de la fuente de la Virgen de Sacedón.

 Ruinas del molino del Chorlito.

Abandonaremos el frescor de la ribera y subiremos hasta el pinar de Ordoño. Por caminos de arena, entre pinos, nos dirigiremos a las ruinas del caserío de Ordoño, pudiendo contemplar un antiquísimo ejemplar de pino piñonero, declarado especie singular por la Junta de Castilla y León. El abandono del caserío, con sus paredes llenas de grafitis, impresiona. En los alrededores, puede visitarse un bonito cenador fabricado en ladrillo y el pozo de la noria. De camino hacia Vadalba, veremos el leve montículo donde estuvo enclavada la iglesia de Ordoño, dedicada a Santa María de las Nieves.

Ruinas del caserío de Ordoño.

Un camino de piedra nos conducirá nuevamente hasta la ribera del Eresma, pasando por la casa del señor Urbano Fernández (Petaca) y el antiguo vado que permitía cruzar el Eresma antes de construirse el puente antiguo de Vadalba, a finales del siglo XIX. Junto al río, en una zona que conocemos como la Pitera, existen unos ejemplares de álamo muy antiguos, de buen grosor. Por debajo del puente nuevo accederemos al viejo y podremos refrescarnos en la fuente que allí mana.

Sólo nos quedará por ver el arroyo y la fuente del Pisón, cuyas aguas, a finales del siglo XV, movían unos batanes para desengrasar y compactar los tejidos. Durante siglos hubo también allí huerta de frutales y hortaliza. Pueden verse también las ruinas de la casa, fabricada con piedra caliza, ladrillo y tapial, al estilo de las edificaciones de la Tierra de Olmedo. Desde allí, a Sacedón, casi anocheciendo. No olvidéis el bocadillo y la cámara de fotos, entre otras cosas.